Una de mis pasiones es el mundo del ferrocarril. Intento evocar e investigar su pasado y cuando puedo disfruto de su presente. Mi madre es natural de Peñarroya y los veranos de mi infancia transcurrieron por sus calles y campos, a la sombra de las ruinas de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya y cautivado por su mitología.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Recorrido virtual entre Fuente del Arco y Peñarroya


            Quiero mostrar en la siguiente entrada el magnífico trabajo realizado por mi amigo Francisco Javier Fernández Tena. Se trata de un recorrido virtual por la traza sobre la que se asentó el ferrocarril de vía métrica entre Peñarroya y Fuente del Arco. Para ello, el autor se ha servido de la herramienta Google Earth y las diferentes opciones que ofrecen poder apreciar lugares lejanos desde casa. Es un trabajo que contribuye a mantener viva la memoria de este desaparecido camino de hierro, mostrando con imágenes tomadas desde satélite los diversos parajes que atravesaba.

            El tramo en cuestión comenzó a funcionar en 1895. Tal y como se indicó en la REVISTA ILUSTRADA: "Esta línea férrea es del ancho de un metro, cruzando una zona muy rica en minerales de plomo que han de tener su salida para la importantísima fundición de Peñarroya, además de presentar un gran servicio a los pueblos que carecen de carreteras y de caminos aceptables". La misma publicación describía como la línea arrancaba frente a la estación de ancho ibérico del ferrocarril Almorchón-Belmez, cruzándola al mismo nivel. Tras salvar los arroyos de La Parrilla y San Pedro con puentes de 12 metros de luz cada uno, continuaba hasta la divisoria entre el río Guadiato, afluente del Guadalquivir y el Zújar, afluente del Guadiana. Las rampas no superaban el 2% y el puente sobre el río Zújar medía 10 metros de luz. El siguiente río con el que se encontraba era el Bembézar, cruzándolo con otro puente de 10 metros de luz. El relieve hacía que el recorrido, a partir de Azuaga, contase con un gran número de curvas, hasta Fuente del Arco.  Desde el punto de vista geológico, en la RREVISTA ILUSTRADA se hacía la siguiente mención: "Al salir de Peñarroya el trazado se encuentra en el terreno carbonífero; continúa en los esquistos silurianos hasta Fuente Ovejuna; entra desde aquí en el terreno primitivo formado de gneiss, encontrando alternativamente estas dos clases de terrenos hasta llegar a Fuente del Arco." Por último, se publicó que las estaciones levantadas eran: Peñarroya, La Parrilla (apeadero), Los Eneros (apartadero), Fuente Ovejuna, Argallón, La Granja, Azuaga, El Triunfo, Berlanga, Valverde y Fuente del Arco. La longitud total era de 68 kilómetros y la construcción no ofreció grandes dificultades.

            Os invito a recorrer el ferrocarril que acabo de describir, en sentido inverso. Desde Fuente del Arco, partir hacia Peñarroya, disfrutando y admirando los accidentes geográficos, paisajes, pueblos y entornos por los que transcurrió esta obra de ingeniería. Y todo ello desde casa, frente a la pantalla del ordenador y gracias a la dedicación de Francisco Javier Fernández Tena. Gracias también a mi amigo Manuel Montes Mira por facilitarme una copia del mencionado artículo de la REVISTA ILUSTRADA, procedente de la Biblioteca Nacional de España.


viernes, 9 de noviembre de 2012

Entre Almorchón y la Alhondiguilla


            El pasado sábado día 3 de noviembre se materializó el esperado viaje organizado por la Asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril entre Almorchón y Alhondiguilla. El día fue oscuro y lluvioso. Esto, en unos momentos, añadía encanto al ver los campos empapados y los arroyos corriendo, pero en otros, cuando las precipitaciones eran intensas, dificultaba el poder hacer fotografías.








            Poco después de las diez de la mañana, partimos de la estación de Almorchón, atravesando hermosos campos de  encinas. La primera parada la realizamos en el puente metálico sobre el río Zújar. Se permitió que lo pasajeros bajasen para realizar fotografías al tren. De hecho, pensábamos que este iba a cruzar el puente con el fin de ser fotografiado. Finalmente no fue así. Pero al menos nos sirvió para ver el punto donde estuvo anclada una aguada y la casa donde se debió de ubicar la bomba que elevaba el agua desde el río Zújar, además de poder apreciar la mencionada infraestructura. El trayecto prosiguió atravesando dehesas y cruzando numerosos pasos a nivel sin barreras. Amargo fue para mí, ver la desaparición de la estación de Zújar de Córdoba, en el kilómetro 19.211. Hace años tuve la suerte de visitar estas instalaciones. Impresionaba ver sus dimensiones y número de vías, tratándose de una estación “en medio del campo”. Supusimos que atendió los servicios agrarios y ganaderos de las fincas de la zona y sirvió para el cruce de trenes y abastecimiento de agua de las locomotoras de vapor. Seguramente, en la última renovación de vía fue demolida.












            El primer núcleo de rural con estación, en esta línea, desde Almorchón es Valsequillo. Durante un rato, el tren permaneció parado para permitir que los pasajeros bajasen a ver la estación, que de momento no ha corrido la misma suerte de Zújar de Córdoba, pero sigue siendo víctima del olvido y el vandalismo. Fue entrañable ver cómo un grupo de niños del pueblo esperaba junto a la vía para conocer el tren. Era la primera vez que muchos de ellos veían un tren transportando personas. Cosas de la España moderna.














            En La Granjuela, paramos para que montasen unos viajeros. Tras pasar el desvío al apartadero de El Porvenir, ya en desuso por el cierre de las minas de carbón, llegamos a la estación de Peñarroya. Desde 1974 esta imagen no se veía. Ese fue el año en el que circuló el último tren de viajeros, por lo que la imagen del pasado sábado se puede considerar histórica.







            En el poco tiempo que estuvimos en Peñarroya, llevé a mis amigos a realizar una visita exprés por El Cerco. Apenas pude enseñarles las instalaciones de la vía estrecha y de lejos la fundición de plomo. Cuando regresábamos, la lluvia empezó a caer con fuerza, teniendo que meternos en el tren corriendo. Tuve también la grata compañía de mi familia, que vive en Peñarroya-Pueblonuevo.
            La siguiente parada fue Belmez, cuya estación también fue derrumbada. Sin comentarios.





            Una vez en Espiel, comimos en las instalaciones del albergue que desde hace años hay en su estación. De hecho, el comedor está en el antiguo muelle de mercancías. Este es un buen ejemplo de cómo recuperar y explotar el patrimonio ferroviario e industrial.




            Por último, llegamos a Alhondiguilla. En dos tramos, el actual trazado de la línea es diferente al original. Esto es debido a la creación de embalse de Puente Nuevo. Como se puede apreciar en las siguientes imágenes, a través de Google Earth, el trazado primitivo queda dentro de la zona inundable del mencionado pantano. De hecho, la estación de Alhondiguilla que conocemos actualmente es de “reciente” construcción. Ahora no dispongo de datos al respecto y prefiero no meter la pata. Pero en un principio, sitúo el cambio en la década de los sesenta o primera mitad de los setenta del siglo pasado. Me informaré y realizaré un texto al respecto. Pensemos, eso si, que la estación original está bajo las aguas del embalse que sirve de abastecimiento y refrigeración a la central térmica de Puente Nuevo.




            Tras un rato para dar tiempo a visitar las instalaciones, el tren chárter partió de vuelta a Almorchón, efectuando paradas para que se apeasen viajeros. Bajo una intensa lluvia, volvimos a recorrer los hermosos parajes del Valle del Guadiato. La verdad, todavía no me creo que haya vivido esta experiencia. Desde pequeño mi familia me contaba sus viajes en tren desde Peñarroya hasta Madrid, haciendo transbordo en Almorchón. Mi madre me relataba como salían por la mañana (temprano) de Peñarroya y llegaban de noche a la estación de Atocha, rociados de carbonilla. También me contaba como en cada viaje se creaban amistades entre los niños, dentro del tren, jugando por los pasillos o espacios de acceso a los coches. Como el tren no iba muy rápido, a mi medre le gustaba sentarse en la puerta del coche e ir contemplando el paisaje. Estos testimonio crearon en mi una mitología, férrea y romántica, sobre todo cuando me tocaba hacer inhumanos viajes en autobús, por tortuosas carreteras, echando hasta el hígado en una bolsa de plástico. ¡Cuando añoré el tren que no llegué a conocer! Pues el otro día lo conocí.
            Una vez expuesto el transcurso de la jornada, voy a reflexionar sobre ello. Creo que el viaje fue un éxito y se mostró el potencial turístico del Valle del Guadiato. Por suerte, hace unos años la vía fue renovada y permite una circulación decente. Aún quedan estaciones en pie e incluso una utilizada como albergue. Por otro lado, me siento en la obligación de criticar a los organizadores por vender más billetes que asientos tiene el tren. Éste iba abarrotado de gente y casi hubo peleas por coger sitio. Una situación así no se puede consentir. Estoy de acuerdo con que se vendan billetes para ir de pie, pero avisándolo y aplicando una reducción en la tarifa. Y el resto, se numeran para evitar situaciones embarazosas o violentas. Los amantes del ferrocarril podemos aguantar de pie, apostados en la puerta del tren. Pero los acompañantes, desde ancianos o hasta niños, nos pueden mandar a la porra por meterles en semejante situación. Incluso los aficionados también necesitamos y disfrutamos viajar sentados y no hacinados de pie como animales. Este hecho no se puede repetir, ya que es de esas cosas que nos sitúan como un país del norte de África y no de la Europa que pretendemos imitar. Menos mal que no vi turistas extranjeros, por que vaya imagen. Por último, comento y no responsabilizo a nadie, fue una pena no coincidir en la estación de Peñarroya con el también histórico encendido de chimeneas de El Cerco, con motivo de la primera jornada dedicada a su memoria. 



miércoles, 31 de octubre de 2012

Trenes Militares


            Afortunadamente, los únicos trenes militares que conocí no estaban blindados ni portaban pesadas piezas de artillerías, dispuestas a escupir proyectiles sobre poblaciones. Tampoco circulaban en años de guerra ni transportaban cuerpos destrozados.
            Como he comentado otras veces, en la época en que realizaba mis andanzas por la estación de RENFE de Peñarroya, además de los trenes que transportaban carbón entre El Porvenir y Alhondiguilla, de vez en cuando circulaban trenes destinados al transporte militar. Su función era movilizar tropas y carros blindados que tenían su acuartelamiento en Cerro Muriano. Como por aquel entonces, el tramo de acceso a Córdoba había sido vilmente desmantelado, los convoyes circulaban hasta Almorchón, para desde allí desplazarse hasta el lugar donde se realizasen las maniobras del Euroejército.






            El que creo que ha sido el mejor viaje en tren que he hecho en mi vida, o uno de los mejores, lo realicé en la cabina de una locomotora 319. Salimos de Peñarroya en doble tracción sin vagones hacia Almorchón. En la mayor parte del trayecto circulamos a 20 km/h debido al pésimo estado de la vía. Tardamos unas dos horas y media en llegar a Almorchón. Esta circunstancia hizo que el viaje, para mi, fuese todavía más delicioso. Una vez en Almorchón, dejamos las dos locomotoras que serían trasladadas hasta su depósito en Granada, para pasar sus correspondientes revisiones. Nos cambiamos a otra que encabezaría un tren destinado al transporte militar, compuesto por cuatro coches de viajeros y una serie de plataformas para el transporte de tanquetas. La jornada terminó con la vuelta a Peñarroya. El tren continuó hasta Cerro Muriano, con relevo de maquinista, pero ya me tocaba coger mi bicicleta y volver a casa de mis abuelos.




            Al día siguiente, llegué a la estación de Peñarroya justo a tiempo para ver pasar el tren militar, ya cargado y remolcado por una locomotora 333. Unos años después, supe que los oficiales se negaban a montar en Cerro Muriano, por la poca confianza que les daba el estado de la vía. Los coches circulaban vacíos hasta Almorchón, donde les esperaba la tropa, que había viajado hasta allí en autobús. Poco después, tras varios descarrilamientos en los que vehículos blindados acabaron rodando monte abajo, el ejército dejó de contratar estos trenes y empezó a trasladar sus medios y hombres por carretera hasta Córdoba.




            Siempre me he preguntado si tan difícil y costoso hubiese sido mantener esta línea en un estado decente de conservación. Más aún, en el país de los derroches, pelotazos, obras faraónicas, alta velocidad y aeropuertos  sin aviones. Creo que el bienestar pasa por mantener y cuidar lo que se tiene, y no estar obsesionados por ser quienes no somos. En fin, esto es sólo una opinión personal.

martes, 30 de octubre de 2012

Último Viaje. Segunda Parte.


             El pasado fin de semana tuve la suerte de conocer a Juan Pedro Martínez Serrano, autor de vídeos sobre ferrocarriles muy interesantes. Fue durante el XV Encuentro de Trenes de Jardín de 5”. Juan Pedro es el autor de una grabación que acompaña una de las entradas de este blog, publicada en el mes de junio, titulada “ÚLTIMO VIAJE”.
           Acabo de ver la segunda parte del mencionado vídeo. Se trata de un documento gráfico impresionante, sobre lo que fue la línea Córdoba-Almorchón, concretamente en su tramo Córdoba-Alhondiguilla. Era el segmento más accidentado, hasta el punto de contar con vías estrelladero. En el filme, se pueden apreciar perfectamente tales instalaciones de seguridad.
         Con todo el placer del mundo, os dejo un enlace a esta gran obra documental. Seguiré preparando entradas, guiado por la fiebre ferroviaria que padezco, debida al próximo viaje del día 3 de noviembre, entre Almorchón y Alhondiguilla.



lunes, 29 de octubre de 2012

Las Chimeneas


            Tras muchos esfuerzos, empiezan a caer los primeros frutos. Después del comienzo de las obras para asentar la primera vía verde en el Valle del Guadiato, llega la primera jornada oficial y popular dedicada a la memoria minera, industrial y ferroviaria de esta comarca cordobesa. Me refiero al I Día del Cerco, de Peñarroya-Pueblonuevo, que se celebrará el próximo día 3 de noviembre y del cual deseo que sea el primero y no el último.
            Peñarroya-Pueblonuevo tiene dos emblemas visuales, uno natural y el otro industrial. El primero es el Peñón, accidente geográfico que domina el paisaje y que es testigo de la historia lejana (pinturas rupestres) y reciente (Guerra Civil). El otro elemento es el conjunto de chimeneas que han sobrevivido al abandono, el olvido y el saqueo. Tanto en el Cerco Industrial, como en instalaciones cercanas (La Yutera y la antigua central térmica de la Sociedad Eléctrica Candelaria de Peñarroya), estos elementos aportan carácter desde el horizonte.
            Podemos considerar un primer éxito, en la recuperación del patrimonio, el encendido simbólico de las chimeneas, como acto final del I Día del Cerco. Para quienes opinan que el patrimonio es algo inerte y una carga económica para la sociedad, he aquí un ejemplo de reutilización de aquello que al final le ha quedado a la población, como resto de su pasado industrial. Dado que vivimos en la denominada “sociedad de la información”, será responsabilidad de todos,  la difusión de las fotografías y vídeos que inmortalicen este acto. De esta manera, podemos volcar la balanza hacia el éxito o el fracaso, mostrando que no sólo en el centro de Europa y Gran Bretaña se lucha por la conservación del patrimonio industrial. Y así, atraer a expertos, aficionados o simples interesados de toda España y el mundo, a los futuros Días del Cerco, para impartir conferencias, asistir a ellas o deleitarse con el encendido de las chimeneas u otras actividades relacionadas con la arqueología industrial. Donde unos ven un montón de ladrillos y malas hierbas, otros vemos elementos potencialmente reutilizables, por su constitución y forma.
            Para aquellos que no hayan podido reservar billete en el tren chárter, que ese mismo día, organizado por la Asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril, circulará entre Almorchón y Alhondiguilla, pero que estén pensando en acercarse por Peñarroya para hacerle fotos, les recomiendo que lo compaginen con el I Día del Cerco. Es una oportunidad única y podrán sacar partido a la coincidencia de los dos eventos. Desde aquí, animo a los organizadores de las dos actividades, para hacer coincidir el encendido de las chimeneas con el paso de un tren de viajeros, por primera vez en 38 años y cargado de aficionados y admiradores del patrimonio industrial, de toda España. No dudo que será un día inolvidable.


Por favor, visitad el blog de La Maquinilla:



martes, 23 de octubre de 2012

Un tren muy especial


            Oportunidades como ésta, suelen haber pocas. Me refiero al tren chárter que ha organizado la Asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril para el próximo día 3 de noviembre. Realizará el trayecto Almorchón-Alhondiguilla en ida y vuelta, tratándose del tramo que queda operativo de la línea Córdoba-Almorchón.
            Desde 1974 no circula ningún tren de viajeros por éste ferrocarril, salvo los trenes militares que llegué a conocer y que transportaban tropa y carros blindados desde el cuartel de Cerro Muriano. En su momento tuve la suerte de realizar el trayecto completo en la cabina de las locomotoras y fue espectacular. Entonces, buena parte del tramo entre Peñarroya y Almorchón estaba limitado a 20 km/h, debido al pésimo estado de la vía y el resto a 50 km/h. El concepto de paralelismo entre los raíles desaparecía, vistos desde la cabina de las 319. Dicha circunstancia le añadía más encanto al viaje. Sobre todo en el último tramo, entonces operativo, entre Alhondiguilla y El Vacar. La locomotora tenía que circular a 10 km/h en previsión de obstáculos (desprendimientos o vacas muertas) y por el mal estado de la infraestructura. Cruzar los tres túneles que hay entre los mencionados lugares daba miedo.
            Pasando del pasado y volviendo al futuro, la salida del tren chárter está prevista a las 10:00 y la vuelta a las 18:30. Además, están previstas paradas en el puente sobre el río Zújar, Peñarroya-Pueblonuevo y Espiel, donde se realizará la comida. En Peñarroya-Pueblonuevo espero que haya tiempo suficiente para poder realizar una visita exprés por el Cerco Industrial. Sería una ocasión única para que muchos asistentes conozcan el potencial que tiene esta población en lo que ha patrimonio se refiere y su posible explotación.
            Le doy las gracias a la Asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril por haber organizado este viaje. No tengo duda sobre las dificultades que se deben haber encontrado a la hora de gestionarlo. Y animo a todo aquél que quiera y pueda a que se apunte. Es un tren que se merece tener una ocupación total de sus plazas.  Repito que conozco esa línea férrea y es una oportunidad única.  Yo, por lo menos, no voy a faltar.


lunes, 8 de octubre de 2012

Prolongación hasta Puertollano del Ferrocarril de Peñarroya a Conquista. Informe de MZA


Investigando en el Archivo Histórico del Ferrocarril de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, encontré un interesante documento, por el cual se deduce, que en su momento a la compañía MZA no le hizo mucha gracia las intenciones (posteriormente materializadas) de la SMMP de llevar a cabo la unión entre Conquista y Puertollano. Dicho enlace convirtió a este humilde ferrocarril de vía métrica en el segundo más largo de España, después del Ferrocarril de la Robla (León-Bilbao).
 La postura de MZA ante la unión de las dos líneas de vía métrica de SMMP quedó plasmada en un estudio fechado el 31 de marzo de 1913. Bajo el título “PROLONGACIÓN HASTA PUERTOLLANO DEL FERROCARRIL DE PEÑARROYA A CONQUISTA”, MZA exponía que la consecuencia inmediata de tal enlace sería la pérdida de transportes de sus líneas de Badajoz y Belmez. Además, no se obtendría ventaja alguna ya que el tramo de unión entre Puertollano y Conquista atravesaba una comarca apenas habitada y carente de agricultura, siendo utilizadas únicamente para el pastoreo. El documento expresaba el tráfico perteneciente a SMMP que iba a dejar de pasar por las líneas de MZA en:


  • Minerales de San Quintín a Peñarroya. 22 toneladas a   16 pesetas la tonelada transportada: 352,000 pesetas.
  • Carbones de Puertollano con destino Peñarroya. 22 toneladas a 8.75 pesetas por tonelada: 175,000 pesetas.
  • Abonos de SMMP fabricados en sus instalaciones de Pueblonuevo del Terrible. Dado que la mercancía en cuestión y el ferrocarril pertenecían a la misma entidad, se podían colocar en el mercado manchego unas 15000 toneladas. El importe vía Almorchón era de 14 pesetas por tonelada y vía Conquista-Puertollano, sería de 4 pesetas por tonelada. Por tanto, la pérdida para MZA correspondiente a 15000 toneladas a 10 pesetas por tonelada: 150,000 pesetas.
Por tanto, la pérdida debida a los artículos expuestos anteriormente supondría 677,000 pesetas. Pero el informe no terminaba ahí. Se seguían exponiendo posibles pérdidas económicas para MZA:

  •   Tráfico general de la Mancha sobre la comarca de los Pedroches consistente principalmente en harinas, patatas, legumbres y vinos: 75,000 pesetas.
Por último, junto a la pérdida de viajeros y artículos varios, la disminución de beneficios para MZA se calculaba en: 800,000 pesetas. 


Como consecuencia del acortamiento de las distancias sobre Peñarroya y la línea Mérida-Sevilla, se calculaba que podían acentuarse aún más las pérdidas. La longitud entre Puertollano y Peñarroya, vía Almorchón era (aproximadamente) de 175 km. Con el empalme Conquista-Puertollano:

        Puertollano-Horcajo .........45 km
        Horcajo-Conquista ...........22 km
        Conquista a Peñarroya .......93 km
                           --------------
                                                                                        
                                    160 km

Acortamiento entre Peñarroya y Puertollano: 15 km


Puertollano a Fuente del Arco vía Mérida: 359 km
Puertollano a Fuente del Arco vía Conquista: 229 km
Acortamiento: 130 km

        Según el estudio de MZA, la pérdida de 800,000 pesetas sufrida por ésta, supondría para la SMMP un ingreso de tan sólo:

Por minerales .............. 352,000 pesetas
Por carbones ................175,000 pesetas
         --------------------------
               527,000 pesetas
                              
    Abonos y tráfico restante ..... 22,000 toneladas a 5 pts./Tm: 110,000 pts.

     En total, la SMMP obtendría un beneficio de 637,000 pesetas frente a las 800,000 perdidas por MZA.

     Por todo lo expuesto, según el informe de MZA, no parecía conveniente para la SMMP enlazar sus dos caminos de hierro métricos. Para la segunda el beneficio sería poco y para la primera “una verdadera perturbación en sus ingresos”.
     Ahora que lo pienso, este informe tal vez tuviese sentido en el momento en que SMMP se planteaba si debía prolongar su línea de Peñarroya a Conquista hasta Puertollano o bien hasta Linares. Pero para ello debo de contrastar fechas y hoy ya se me hace tarde.

Fuente consultada:

  •    AHF, S-82-91

sábado, 6 de octubre de 2012

Emérito


     Miguel de Unamuno introdujo el concepto de intrahistoria con el fin de designar la vida tradicional sobre la que se apoya la historia.
     Un aspecto fundamental, a la hora de reconstruir el pasado de un ferrocarril, son las biografías, anónimas y colectivas, de quienes le dieron vida. Tan importantes fueron los acontecimientos gestados por banqueros e ingenieros como los que llevaron a cabo humildes empleados.
     Una prueba documental sobre el fin del ferrocarril, de vía métrica, de Peñarroya a Puertollano y Fuente del Arco, la he encontrado en el nº 86 de la revista Vía Libre, publicada en febrero de 1971. En el apartado “por toda la RED” dedicado a la vida social de todos los ferroviarios de España, se puede encontrar un homenaje a don Amador Cárdenas Olmo, quién fue jefe de estación de Belmez-Ermita. Trabajó en el desaparecido ferrocarril durante 50 años y cuantas cosas pudo haber contado sobre el día a día de aquel camino de hierro. Aquí dejo una copia de la dedicatoria a don Amador, a la hora de comenzar su jubilación.


sábado, 8 de septiembre de 2012

Los fantasmas de El Soldado


     El 3 de agosto de 1906 circuló el primer tren entre Peñarroya y Pozoblanco. Tal vez, el lugar más importante, desde el punto de vista económico, del trazado, era la explotación minera de galena y blenda denominada “El Soldado”. Los romanos ya habían descubierto y explotado todos los filones existentes, en el siglo I a.C. Según el geólogo Antonio María Cabrera Calero, la historia reciente de estas minas se divide en cuatro periodos. El primero, durante la segunda mitad del siglo XIX, consistió en la refundición de los escóriales que siglos antes se habían generado durante el dominio romano. La segunda etapa comienza en 1890 con la llegada de muchas compañías que iniciaron un gran número de pozos. La tercera etapa está caracterizada por el dominio de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya, la cual sustituyó la tecnología de vapor por la eléctrica. En febrero de 1933 se produjo el cierre del último pozo de El Soldado. Por último, la cuarta época, hasta fechas recientes, consistió en el relavado de las escombreras de la cercana explotación de las Morras del Cuzna. Para más información y detalles, recomiendo ver la conferencia impartida por Antonio María Cabrera Calero sobre este tema, a través del siguiente enlace:


                Ya nadie espera la llegada del tren a la estación de El Soldado. Así comienza el reportaje emitido en un conocido programa de televisión sobre parapsicología, dedicado a las minas de El Soldado. En estos temas, se puede creer, no creer o las dos cosas a la vez. A mi entender, es como la religión. Cada uno lo vive a su manera. No obstante, este documento me parece interesante para todo aquel que le atraiga la historia de la minería y el ferrocarril en esta parte del Valle de los Pedroches. Además se muestra como, en un mismo entorno, conviven vestigios mineros e industriales de los dos últimos siglos, con leyendas e historias de la Edad Media. Me refiero al Castillo del Cuzna, construido en el siglo VIII y conquistado en 1237 por Fernando III el Santo. En la actualidad se encuentra en un estado ruinoso, como lamentablemente ocurre con gran parte del patrimonio medieval español.  
     Invito a ver el reportaje y que cada uno saque sus propias conclusiones, fundadas en sus propias vivencias o convicciones. No obstante, creo que todos coincidimos en la valoración sobre las duras condiciones de trabajo de aquellos mineros y el ambiente social en el que tuvieron que vivir. 



sábado, 25 de agosto de 2012

Los Trenes de Peñarroya en imágenes


     Durante todo este tiempo, la historia del ferrocarril de Peñarroya a Puertollano y Fuente del Arco, ha estado rodeada de mucho misterio y mitología. Esto ha motivado el afán de investigación para unas cuantas personas. Un ejemplo es el caso de Francisco Javier Fernández Tena, quien ha invertido un gran número de horas en contactar con quienes tienen imágenes históricas del mencionado camino de hierro. Se encontró puertas cerradas, pero su tenacidad le hizo seguir insistiendo hasta que empezaron a caer los primeros frutos. Según me ha contado, a medida que iba descubriendo información, se quedaba mudo viendo las condiciones de funcionamiento de este ferrocarril. Sobre todo, considerando que él mismo es ferroviario y sabe cómo funcionan esas cosas. Esto le animó aún más a inmortalizar lo que aquello fue y que no caiga en el olvido. También le supuso, como a cualquiera, tiempo y esfuerzo en aprender a realizar los montajes, de los que a continuación pongo los enlaces. Desde aquí felicito a Francisco Javier Fernández Tena por su labor en la conservación de la memoria de los Trenes de Peñarroya.




Marta vuelve a casa


                Si no lo veo, no lo creo. De por sí, hace ya unoS 4 años, leí en una circular del Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, que el Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, había firmado un acuerdo para restaurar las dos locomotoras de vía ancha que estaban dentro del pueblo. Dichas máquinas, pertenecieron al ferrocarril minero e industrial de vía ancha, más conocido allí como “La Maquinilla”. La primera referencia que tuve de él, fue la que mi abuelo Antonio me contó, ya que él lo usaba para ir a trabajar a la mina, en El Porvenir de la Industria. Volviendo a la noticia sobre el proyecto de restauración total (estética y funcional), cuando la leí, me quedé helado. Desde niño había contemplado esas lindas negritas yaciendo como monumentos a la merced de la climatología y gentuza. La Marta se encontraba sobre un pedestal en una plaza delante de las antiguas oficinas de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya y la conocida ahora como Santa Bárbara (para mí nunca tuvo nombre) en el popular “Parque del Mono”. La información se complementaba con la intención de crear un tren turístico remolcado por dichas locomotoras. Algo fascinante para un aficionado al ferrocarril.
     Aunque todo este tiempo me haya costado creer en la realización de tal proyecto ferroviario y turístico, siempre he opinado que debe ser un objetivo a perseguir. Cuando digo que me ha costado creerlo, es por que como aficionado al ferrocarril en España, me he llevado muchas desilusiones. Pero nunca hay que perder la esperanza. Y justamente, lo que Peñarroya-Pueblonuevo necesita, una vez que se ha cerrado el capítulo histórico de la minería, es buscar nuevas formas de producción. Y que tales actividades no consistan exclusivamente en un sector servicios enfocado a jubilados y prejubilados de la mina. Hay que hacerse a la idea de que algún día no estarán entre nosotros y sus pagas se irán con ellos.
     Un potencial del Valle del Guadiato que no ha sido debidamente explotado, desde mi punto de vista, ha sido el turismo. Al respecto, hay grandes recursos naturales y de patrimonio. No sólo hay que pensar en Peñarroya-Pueblonuevo y su inmenso pasado industrial y minero. También se debe mirar hacia poblaciones como Belmez, Fuente Obejuna o La Granjuela. En lo que a turismo minero se refiere, creo que aún podría recuperarse y si me equivoco, que por favor me corrijan, alguno de los pozos que quedan en los términos de Belmez o Fuente Obejuna. El objetivo consistiría en bajar a los turistas a una galería de una mina de verdad, tal y como sucede en Almadén. Este sería, justamente, uno de los cometidos que podría tener el tren turístico del Guadiato, trasladando a los visitantes desde Peñarroya-Pueblonuevo hasta tales centros mineros. Por supuesto, esto no es fácil y hay que ir poco a poco. Pero hay que ir. Y el hecho de la restauración y traslado de Marta al Almacén Central de Peñarroya-Pueblonuevo ha sido un tremendo paso adelante. Es aquí donde debo de rendir homenaje a Doña Luisa Ruiz, anterior alcaldesa de Peñarroya-Pueblonuevo. Fue la principal impulsora de este proyecto desde su puesto en el consistorio peñarriblense. Se mojó en un proyecto visionario cuando, tal vez, lo más fácil para ella, hubiese sido no hacer nada.
     Suelo decir, que ejemplos sobre esto ya existen. Sin salir de Andalucía, debemos de mirar hacia Rio Tinto y no demasiado lejos, como he comentado antes, Almadén, recientemente declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y ya no digamos por el resto de la península o si cruzamos los Pirineos.
Otro de los hitos de Doña Luisa Ruiz, fue la compra del Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo por parte de su Ayuntamiento. Esto ofrece un amplio abanico en lo que a usos turísticos y culturales se refiere. Y por supuesto, con el ferrocarril como elemento movilizador. Aunque las vías no estén, si lo están los espacios sobre los que se pueden volver a tender. Desde una vía directa entre el Almacén Central hasta la estación de Adif de Peñarroya, como ya existió en su día, hasta un recorrido interno por el Cerco Industrial pasando por un centro de interpretación del ferrocarril en el Valle del Guadiato en las antiguas instalaciones de la vía estrecha, algún día restauradas. Vuelvo a repetir que véanse como ejemplo Rio Tinto o Vapor Madrid. Estas instalaciones permitirían, además, poder operar el material móvil dentro del pueblo, sin tener que rendir cuentas a Adif.
     A continuación, expongo unas cuantas fotografías que por suerte (y nunca lo hubiera creído) ya pertenecen al pasado. Para ver el presente, recomiendo pinchar en el siguiente enlace y visitar el blog de la asociación La Maquinilla y disfrutar las  imágenes del presente junto con más información.






martes, 21 de agosto de 2012

Fuente Obejuna y el Tren


     <<¡Ya no estamos incomunicados!>> Esta fue la exclamación del entonces alcalde de Fuente Obejuna, D. Luis González. Era el mes de septiembre de 1894 cuando la primera locomotora de vapor circuló por el término de la villa inmortalizada por Lope de Vega. Se estaba construyendo el ferrocarril de ancho métrico entre Peñarroya y Fuente del Arco. Faltaba poco para terminar la plataforma entre Peñarroya y Azuaga además del montaje de los puentes metálicos y la construcción de los edificios.



     A pesar de la llegada de tal avance tecnológico y las posibilidades económicas que ofrecía, era inevitable que los vecinos se quejasen por la lejanía de la estación respecto al casco urbano. Según Jerónimo López Mohedano, el proyecto original contemplaba el paso de la línea por las aldeas melarienses de Argallón y El Piconcillo. La modificación definitiva de éste, debió suponer un ahorro económico importante para la SMMP. El transporte de viajeros fue un objetivo secundario a la hora de concebir este camino de hierro. La mayoría de las estaciones quedaron a una distancia considerable de las poblaciones de las que tomaron el nombre. Por ejemplo, además de Fuente Obejuna, era el caso de Valverde de Llerena o La Coronada-Argallón. También es relevante el hecho de que se prescindiese de la 3ª clase.








     Hace unos días, camino de la estación de La Coronada-Argallón, realicé una parada en Fuente Obejuna. Intente buscar el edificio de viajeros y el muelle de mercancías. Pero al final me convencí de que debieron ser demolidos. En cambio, si quedan en pie 2 casetas, típicas de los guardas de paso a nivel o peones de mantenimiento de la vía. Aún no he encontrado fotografías de la desaparecida edificación ferroviaria. 

Fuentes consultadas:

  • Peñarroya-Fuente del Arco-Puertollano. El ferrocarril minero de una multinacional. Francisco de los Cobos Arteaga. Universidad de Castilla-La Mancha.
  • Fuente Obejuna y el Ferrocarril hace 100 años. NUESTRA MEMORIA COLECTIVA. Jerónimo López Mohedano. El Observador. MAYO DE 1996. 

jueves, 16 de agosto de 2012

Sorpresa


     Esta mañana decidí continuar con mis trabajos sobre las instalaciones del ferrocarril de vía métrica en Peñarroya-Pueblonuevo. Me acercaron en coche a la estación de Adif en Peñarroya para desde allí ir andando hasta lo que queda de las cocheras, depósito de agua y los fosos de las placas giratorias. En cuanto empecé a cruzar las vías, oí en el horizonte un bocinazo característico. Por fin conseguí coincidir con un tren. Se trataba de un tren de transporte de carbón, proveniente de Puertollano y con destino Alhondiguilla, para suministrar combustible a la central térmica de Puente Nuevo.






     Ha sido un gusto verlo pasar y me ha recordado viejos tiempos. Concretamente, la época en que conocí la estación de Peñarroya como el centro de operaciones logísticas, cuando aún funcionaban las minas Cervantes (a cielo abierto) y el pozo María, además de las explotaciones de Espiel. Las vías siempre estaban ocupadas por largos trenes de tolvas y había, al menos, cuatro locomotoras 319 pertenecientes al depósito de Granada. También se podía ver una dresina de mantenimiento de infraestructuras y un vagón cisterna. Y de vez en cuando, algún tren militar. 



viernes, 10 de agosto de 2012

El cargadero de La Coronada-Argallón


     Los dos motivos que llevaron a la construcción del ferrocarril de vía métrica que unió Peñarroya con Fuente del Arco, por parte de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya, fueron es transporte de mineral desde las minas hasta la fundición de plomo ubicada en Pueblonuevo del Terrible y la posterior salida de los productos metalúrgicos hacia el puerto de Sevilla. Respecto a la primera función, hay que mencionar que cuando la SMMP fue fundada por la Sociedad Hullero Metalúrgica de Belmez (6 de octubre de 1881), recibió por parte de ésta, los derechos sobre sus minas de plomo ubicadas en Extremadura. Con el tiempo, SMMP añadió otras explotaciones.





     Antes de la construcción del ferrocarril, el mineral tenía que ser transportado a lomos de caballerías o sobre carretas. Según fuentes consultadas, se llegaron a usar unos mil asnos con una carga de dos sacos de 50 kg por animal. Además, dichos portes se realizaban por terrenos áridos y accidentados. Debido a que los filones de esta zona carecían de continuidad, las explotaciones mineras se encontraban dispersas. La mayor parte de los animales eran utilizados para el transporte desde la mina El Triunfo, situada en el término municipal de Azuaga, hasta Peñarroya.












     En la zona metalogenética de Fuente Obejuna, la mina que más destacó fue Santa Bárbara. Estuvo activa durante 35 años, desde 1901 hasta 1935. Aportó una producción global de 150000 toneladas de concentrados. La ley de plata fue de 600 a 700 g/t y en época romana, los trabajos llegaron hasta una profundidad de 115 metros. En la época moderna contó con dos pozos maestros, uno de ellos de 205 metros de profundidad y fue adquirida por la SMMP en 1908. En 1917 su producción casi alcanzó las 11000 toneladas, llegando en algún otro año a las 15000.
     Esta mina se encuentra situada a 7 km de la vieja estación de La Coronada-Argallón del mencionado ferrocarril de vía estrecha. Estuvo conectada con esta a través de un cable aéreo de 7320 metros de longitud y cuya capacidad de transporte era de 5 t/hora. El abandono definitivo de las instalaciones tuvo lugar el 6 de enero de 1939, tras la última acción ofensiva del Ejército Republicano durante la Guerra Civil.






     Ayer por la tarde, decidí darme una vuelta por la estación de La Coronada-Argallón y su antiguo cargadero de mineral. Éste se encuentra a no demasiados metros del edificio de viajeros, en sentido hacia Peñarroya. Se puede llegar andando o en coche, a través de la misma plataforma sobre la que se asentó el camino de hierro y en la que aún se pueden ver viejas traviesas semienterradas. El estado actual de la estación no es demasiado malo. Se puede apreciar que tuvo 3 vías y fue un punto de abastecimiento de agua para las locomotoras de vapor. En el cargadero de mineral, se deduce que contó con una vía apartadero para dicha actividad. Es un lugar muy interesante para la práctica de la arqueología industrial. Como de costumbre, en estos casos, los únicos testigos que quedan de la historia son las obras de fábrica. Cualquier pieza de metal brilla por su ausencia. Desde la plataforma del apartadero se puede apreciar la boca por la que posiblemente el mineral de plomo era derramado dentro los vagones volquete. Una vez que se sube una pequeña escalera de ladrillo, se accede al nivel superior. Aquí podemos contemplar los restos de la infraestructura que debió de albergar el mecanismo de descarga del teleférico y almacenamiento del mineral. Junto a esta, se encuentra lo que parece una antigua cuadra. Tal vez sirviese para alojar y reponer los animales que llevaron a cabo la función logística antes de la entrada en funcionamiento del cable. Esta es una simple hipótesis arqueológica. Hasta el momento no he encontrado información técnica e histórica sobre este cargadero.


Bibliografía

  • La línea Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano. Construcción de un ferrocarril minero desde una perspectiva social. José Antonio Torquemada Daza.


  • Peñarroya-Fuente del Arco-Puertollano. El ferrocarril minero de una multinacional. Francisco de los Cobos Arteaga. Universidad de Castilla-La Mancha.


  • PEÑARROYA-ESPAÑA (1984): Libro del centenario. Madrid, Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya España.


  • La minería del plomo en la región metalogenética comprendida entre las cuencas carboníferas de “Peñarroya-Belmez” (Córdoba) y “Fuente del Arco-Guadalcanal” (Badajoz y Sevilla). José Luis Hernando Fernández. E.U.P. Universidad de Córdoba.