Una de mis pasiones es el mundo del ferrocarril. Intento evocar e investigar su pasado y cuando puedo disfruto de su presente. Mi madre es natural de Peñarroya y los veranos de mi infancia transcurrieron por sus calles y campos, a la sombra de las ruinas de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya y cautivado por su mitología.

sábado, 6 de octubre de 2012

Emérito


     Miguel de Unamuno introdujo el concepto de intrahistoria con el fin de designar la vida tradicional sobre la que se apoya la historia.
     Un aspecto fundamental, a la hora de reconstruir el pasado de un ferrocarril, son las biografías, anónimas y colectivas, de quienes le dieron vida. Tan importantes fueron los acontecimientos gestados por banqueros e ingenieros como los que llevaron a cabo humildes empleados.
     Una prueba documental sobre el fin del ferrocarril, de vía métrica, de Peñarroya a Puertollano y Fuente del Arco, la he encontrado en el nº 86 de la revista Vía Libre, publicada en febrero de 1971. En el apartado “por toda la RED” dedicado a la vida social de todos los ferroviarios de España, se puede encontrar un homenaje a don Amador Cárdenas Olmo, quién fue jefe de estación de Belmez-Ermita. Trabajó en el desaparecido ferrocarril durante 50 años y cuantas cosas pudo haber contado sobre el día a día de aquel camino de hierro. Aquí dejo una copia de la dedicatoria a don Amador, a la hora de comenzar su jubilación.


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