Una de mis pasiones es el mundo del ferrocarril. Intento evocar e investigar su pasado y cuando puedo disfruto de su presente. Mi madre es natural de Peñarroya y los veranos de mi infancia transcurrieron por sus calles y campos, a la sombra de las ruinas de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya y cautivado por su mitología.

sábado, 25 de agosto de 2012

Los Trenes de Peñarroya en imágenes


     Durante todo este tiempo, la historia del ferrocarril de Peñarroya a Puertollano y Fuente del Arco, ha estado rodeada de mucho misterio y mitología. Esto ha motivado el afán de investigación para unas cuantas personas. Un ejemplo es el caso de Francisco Javier Fernández Tena, quien ha invertido un gran número de horas en contactar con quienes tienen imágenes históricas del mencionado camino de hierro. Se encontró puertas cerradas, pero su tenacidad le hizo seguir insistiendo hasta que empezaron a caer los primeros frutos. Según me ha contado, a medida que iba descubriendo información, se quedaba mudo viendo las condiciones de funcionamiento de este ferrocarril. Sobre todo, considerando que él mismo es ferroviario y sabe cómo funcionan esas cosas. Esto le animó aún más a inmortalizar lo que aquello fue y que no caiga en el olvido. También le supuso, como a cualquiera, tiempo y esfuerzo en aprender a realizar los montajes, de los que a continuación pongo los enlaces. Desde aquí felicito a Francisco Javier Fernández Tena por su labor en la conservación de la memoria de los Trenes de Peñarroya.




Marta vuelve a casa


                Si no lo veo, no lo creo. De por sí, hace ya unoS 4 años, leí en una circular del Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, que el Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, había firmado un acuerdo para restaurar las dos locomotoras de vía ancha que estaban dentro del pueblo. Dichas máquinas, pertenecieron al ferrocarril minero e industrial de vía ancha, más conocido allí como “La Maquinilla”. La primera referencia que tuve de él, fue la que mi abuelo Antonio me contó, ya que él lo usaba para ir a trabajar a la mina, en El Porvenir de la Industria. Volviendo a la noticia sobre el proyecto de restauración total (estética y funcional), cuando la leí, me quedé helado. Desde niño había contemplado esas lindas negritas yaciendo como monumentos a la merced de la climatología y gentuza. La Marta se encontraba sobre un pedestal en una plaza delante de las antiguas oficinas de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya y la conocida ahora como Santa Bárbara (para mí nunca tuvo nombre) en el popular “Parque del Mono”. La información se complementaba con la intención de crear un tren turístico remolcado por dichas locomotoras. Algo fascinante para un aficionado al ferrocarril.
     Aunque todo este tiempo me haya costado creer en la realización de tal proyecto ferroviario y turístico, siempre he opinado que debe ser un objetivo a perseguir. Cuando digo que me ha costado creerlo, es por que como aficionado al ferrocarril en España, me he llevado muchas desilusiones. Pero nunca hay que perder la esperanza. Y justamente, lo que Peñarroya-Pueblonuevo necesita, una vez que se ha cerrado el capítulo histórico de la minería, es buscar nuevas formas de producción. Y que tales actividades no consistan exclusivamente en un sector servicios enfocado a jubilados y prejubilados de la mina. Hay que hacerse a la idea de que algún día no estarán entre nosotros y sus pagas se irán con ellos.
     Un potencial del Valle del Guadiato que no ha sido debidamente explotado, desde mi punto de vista, ha sido el turismo. Al respecto, hay grandes recursos naturales y de patrimonio. No sólo hay que pensar en Peñarroya-Pueblonuevo y su inmenso pasado industrial y minero. También se debe mirar hacia poblaciones como Belmez, Fuente Obejuna o La Granjuela. En lo que a turismo minero se refiere, creo que aún podría recuperarse y si me equivoco, que por favor me corrijan, alguno de los pozos que quedan en los términos de Belmez o Fuente Obejuna. El objetivo consistiría en bajar a los turistas a una galería de una mina de verdad, tal y como sucede en Almadén. Este sería, justamente, uno de los cometidos que podría tener el tren turístico del Guadiato, trasladando a los visitantes desde Peñarroya-Pueblonuevo hasta tales centros mineros. Por supuesto, esto no es fácil y hay que ir poco a poco. Pero hay que ir. Y el hecho de la restauración y traslado de Marta al Almacén Central de Peñarroya-Pueblonuevo ha sido un tremendo paso adelante. Es aquí donde debo de rendir homenaje a Doña Luisa Ruiz, anterior alcaldesa de Peñarroya-Pueblonuevo. Fue la principal impulsora de este proyecto desde su puesto en el consistorio peñarriblense. Se mojó en un proyecto visionario cuando, tal vez, lo más fácil para ella, hubiese sido no hacer nada.
     Suelo decir, que ejemplos sobre esto ya existen. Sin salir de Andalucía, debemos de mirar hacia Rio Tinto y no demasiado lejos, como he comentado antes, Almadén, recientemente declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y ya no digamos por el resto de la península o si cruzamos los Pirineos.
Otro de los hitos de Doña Luisa Ruiz, fue la compra del Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo por parte de su Ayuntamiento. Esto ofrece un amplio abanico en lo que a usos turísticos y culturales se refiere. Y por supuesto, con el ferrocarril como elemento movilizador. Aunque las vías no estén, si lo están los espacios sobre los que se pueden volver a tender. Desde una vía directa entre el Almacén Central hasta la estación de Adif de Peñarroya, como ya existió en su día, hasta un recorrido interno por el Cerco Industrial pasando por un centro de interpretación del ferrocarril en el Valle del Guadiato en las antiguas instalaciones de la vía estrecha, algún día restauradas. Vuelvo a repetir que véanse como ejemplo Rio Tinto o Vapor Madrid. Estas instalaciones permitirían, además, poder operar el material móvil dentro del pueblo, sin tener que rendir cuentas a Adif.
     A continuación, expongo unas cuantas fotografías que por suerte (y nunca lo hubiera creído) ya pertenecen al pasado. Para ver el presente, recomiendo pinchar en el siguiente enlace y visitar el blog de la asociación La Maquinilla y disfrutar las  imágenes del presente junto con más información.






martes, 21 de agosto de 2012

Fuente Obejuna y el Tren


     <<¡Ya no estamos incomunicados!>> Esta fue la exclamación del entonces alcalde de Fuente Obejuna, D. Luis González. Era el mes de septiembre de 1894 cuando la primera locomotora de vapor circuló por el término de la villa inmortalizada por Lope de Vega. Se estaba construyendo el ferrocarril de ancho métrico entre Peñarroya y Fuente del Arco. Faltaba poco para terminar la plataforma entre Peñarroya y Azuaga además del montaje de los puentes metálicos y la construcción de los edificios.



     A pesar de la llegada de tal avance tecnológico y las posibilidades económicas que ofrecía, era inevitable que los vecinos se quejasen por la lejanía de la estación respecto al casco urbano. Según Jerónimo López Mohedano, el proyecto original contemplaba el paso de la línea por las aldeas melarienses de Argallón y El Piconcillo. La modificación definitiva de éste, debió suponer un ahorro económico importante para la SMMP. El transporte de viajeros fue un objetivo secundario a la hora de concebir este camino de hierro. La mayoría de las estaciones quedaron a una distancia considerable de las poblaciones de las que tomaron el nombre. Por ejemplo, además de Fuente Obejuna, era el caso de Valverde de Llerena o La Coronada-Argallón. También es relevante el hecho de que se prescindiese de la 3ª clase.








     Hace unos días, camino de la estación de La Coronada-Argallón, realicé una parada en Fuente Obejuna. Intente buscar el edificio de viajeros y el muelle de mercancías. Pero al final me convencí de que debieron ser demolidos. En cambio, si quedan en pie 2 casetas, típicas de los guardas de paso a nivel o peones de mantenimiento de la vía. Aún no he encontrado fotografías de la desaparecida edificación ferroviaria. 

Fuentes consultadas:

  • Peñarroya-Fuente del Arco-Puertollano. El ferrocarril minero de una multinacional. Francisco de los Cobos Arteaga. Universidad de Castilla-La Mancha.
  • Fuente Obejuna y el Ferrocarril hace 100 años. NUESTRA MEMORIA COLECTIVA. Jerónimo López Mohedano. El Observador. MAYO DE 1996. 

jueves, 16 de agosto de 2012

Sorpresa


     Esta mañana decidí continuar con mis trabajos sobre las instalaciones del ferrocarril de vía métrica en Peñarroya-Pueblonuevo. Me acercaron en coche a la estación de Adif en Peñarroya para desde allí ir andando hasta lo que queda de las cocheras, depósito de agua y los fosos de las placas giratorias. En cuanto empecé a cruzar las vías, oí en el horizonte un bocinazo característico. Por fin conseguí coincidir con un tren. Se trataba de un tren de transporte de carbón, proveniente de Puertollano y con destino Alhondiguilla, para suministrar combustible a la central térmica de Puente Nuevo.






     Ha sido un gusto verlo pasar y me ha recordado viejos tiempos. Concretamente, la época en que conocí la estación de Peñarroya como el centro de operaciones logísticas, cuando aún funcionaban las minas Cervantes (a cielo abierto) y el pozo María, además de las explotaciones de Espiel. Las vías siempre estaban ocupadas por largos trenes de tolvas y había, al menos, cuatro locomotoras 319 pertenecientes al depósito de Granada. También se podía ver una dresina de mantenimiento de infraestructuras y un vagón cisterna. Y de vez en cuando, algún tren militar. 



viernes, 10 de agosto de 2012

El cargadero de La Coronada-Argallón


     Los dos motivos que llevaron a la construcción del ferrocarril de vía métrica que unió Peñarroya con Fuente del Arco, por parte de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya, fueron es transporte de mineral desde las minas hasta la fundición de plomo ubicada en Pueblonuevo del Terrible y la posterior salida de los productos metalúrgicos hacia el puerto de Sevilla. Respecto a la primera función, hay que mencionar que cuando la SMMP fue fundada por la Sociedad Hullero Metalúrgica de Belmez (6 de octubre de 1881), recibió por parte de ésta, los derechos sobre sus minas de plomo ubicadas en Extremadura. Con el tiempo, SMMP añadió otras explotaciones.





     Antes de la construcción del ferrocarril, el mineral tenía que ser transportado a lomos de caballerías o sobre carretas. Según fuentes consultadas, se llegaron a usar unos mil asnos con una carga de dos sacos de 50 kg por animal. Además, dichos portes se realizaban por terrenos áridos y accidentados. Debido a que los filones de esta zona carecían de continuidad, las explotaciones mineras se encontraban dispersas. La mayor parte de los animales eran utilizados para el transporte desde la mina El Triunfo, situada en el término municipal de Azuaga, hasta Peñarroya.












     En la zona metalogenética de Fuente Obejuna, la mina que más destacó fue Santa Bárbara. Estuvo activa durante 35 años, desde 1901 hasta 1935. Aportó una producción global de 150000 toneladas de concentrados. La ley de plata fue de 600 a 700 g/t y en época romana, los trabajos llegaron hasta una profundidad de 115 metros. En la época moderna contó con dos pozos maestros, uno de ellos de 205 metros de profundidad y fue adquirida por la SMMP en 1908. En 1917 su producción casi alcanzó las 11000 toneladas, llegando en algún otro año a las 15000.
     Esta mina se encuentra situada a 7 km de la vieja estación de La Coronada-Argallón del mencionado ferrocarril de vía estrecha. Estuvo conectada con esta a través de un cable aéreo de 7320 metros de longitud y cuya capacidad de transporte era de 5 t/hora. El abandono definitivo de las instalaciones tuvo lugar el 6 de enero de 1939, tras la última acción ofensiva del Ejército Republicano durante la Guerra Civil.






     Ayer por la tarde, decidí darme una vuelta por la estación de La Coronada-Argallón y su antiguo cargadero de mineral. Éste se encuentra a no demasiados metros del edificio de viajeros, en sentido hacia Peñarroya. Se puede llegar andando o en coche, a través de la misma plataforma sobre la que se asentó el camino de hierro y en la que aún se pueden ver viejas traviesas semienterradas. El estado actual de la estación no es demasiado malo. Se puede apreciar que tuvo 3 vías y fue un punto de abastecimiento de agua para las locomotoras de vapor. En el cargadero de mineral, se deduce que contó con una vía apartadero para dicha actividad. Es un lugar muy interesante para la práctica de la arqueología industrial. Como de costumbre, en estos casos, los únicos testigos que quedan de la historia son las obras de fábrica. Cualquier pieza de metal brilla por su ausencia. Desde la plataforma del apartadero se puede apreciar la boca por la que posiblemente el mineral de plomo era derramado dentro los vagones volquete. Una vez que se sube una pequeña escalera de ladrillo, se accede al nivel superior. Aquí podemos contemplar los restos de la infraestructura que debió de albergar el mecanismo de descarga del teleférico y almacenamiento del mineral. Junto a esta, se encuentra lo que parece una antigua cuadra. Tal vez sirviese para alojar y reponer los animales que llevaron a cabo la función logística antes de la entrada en funcionamiento del cable. Esta es una simple hipótesis arqueológica. Hasta el momento no he encontrado información técnica e histórica sobre este cargadero.


Bibliografía

  • La línea Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano. Construcción de un ferrocarril minero desde una perspectiva social. José Antonio Torquemada Daza.


  • Peñarroya-Fuente del Arco-Puertollano. El ferrocarril minero de una multinacional. Francisco de los Cobos Arteaga. Universidad de Castilla-La Mancha.


  • PEÑARROYA-ESPAÑA (1984): Libro del centenario. Madrid, Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya España.


  • La minería del plomo en la región metalogenética comprendida entre las cuencas carboníferas de “Peñarroya-Belmez” (Córdoba) y “Fuente del Arco-Guadalcanal” (Badajoz y Sevilla). José Luis Hernando Fernández. E.U.P. Universidad de Córdoba.


miércoles, 8 de agosto de 2012

La variante entre El Porvenir y Peñarroya


     Recuerdo que fue a finales de los años noventa del siglo pasado, pero no en qué año concreto. Me refiero a las obras de desplazamiento de la vía, entre el cargadero de carbón de El Porvenir y la estación de Peñarroya, de la línea Almorchón-Córdoba. El motivo para realizar esta modificación del trazado ferroviario fue el proceso de expansión de la corta Cervantes, durante sus últimos años de funcionamiento. Como resultado, la vía actual pasa más cerca del casco urbano de Peñarroya-Pueblonuevo y ha quedado un tramo de “vía verde”, entre el punto de desvío a la salida de la estación de Peñarroya y el silo abandonado del Servicio Nacional de Cereales.


 Vista del actual trazado y un edificio de La Maquinilla

 Paso inferior de la Maquinilla en su cruce con la antigua carretera de Peñarroya a Fuente Obejuna

Caseta ferroviaria que perteneció al apartadero de la mina La Calera


Caseta ferroviaria del ferrocarril Almorchón-Belmez


     Paseando por esta zona, hace dos días, pude reconocer la casa del guarda del desmantelado paso a nivel junto al mencionado depósito de cereales, por el que yo mismo pasé en la cabina de una locomotora 319 al ir y volver de Almorchón. También anduve por el antiguo apartadero de la mina La Calera y llegué hasta el punto de desvío en el lado de Peñarroya. En este lugar, todavía se pueden apreciar restos del balasto, alguna traviesa, tirafondos y viejos apoyos de sustentación del enclavamiento mecánico.




 Confluencia de las dos plataformas

 Tirafondo fechado en 1971 junto a un trozo de escoria de locomotoras de vapor y un pedazo de antracita

En el punto de desviación, no hizo falta mover la señal de silbar.

     El actual trazado pasa por encima de la senda del desaparecido ferrocarril minero de ancho ibérico conocido por estos ambientes como “La Maquinilla”. En cambio, el antiguo, transcurría por el lado sur hasta el cargadero de El Porvenir. Esto se puede apreciar bastante bien en la hoja 879-II del MAPA TOPOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA, a escala 1:25.000. Y a través de Google Earth, se pueden ver los mencionados caminos de hierro.
     Esta es una pequeña variación que hay que tener en cuenta a la hora de estudiar y reconstruir la historia del ferrocarril Córdoba-Almorchón.



viernes, 3 de agosto de 2012

El muelle de transbordo de Peñarroya. Estado actual.


     Por fin estoy de vacaciones en Peñarroya-Pueblonuevo junto con mi familia y amigos. Aunque no por ello, puedo evitar seguir indagando en asuntos de patrimonio.
     Parte de mi trabajo de campo, esta mañana, lo he dedicado a contemplar el estado de conservación del muelle transbordo de la estación de Peñarroya. Dicha instalación, fue construida para realizar intercambios de mercancías entre el ferrocarril de vía métrica de Peñarroya a Puertollano y Fuente del Arco, y el ferrocarril de ancho ibérico de Córdoba a Almorchón. Está compuesta por una nave cerrada con tres puertas correderas de dos hojas en los lados de las vías y un espacio al aire libre al que se sube por una pequeña escalera. Como comenté en una entrada anterior, tengo motivos para pensar que dicho área contó con una grúa.
















     El estado de conservación, en mi opinión, es relativamente bueno. Conserva los elementos esenciales de su estructura y aunque estos se hallen corroídos o deteriorados, ofrecen la posibilidad de ser sustituidos o reparados.


     En cambio, la nave cerrada se encuentra “ocupada” por ganado y perros. Hay un particular que desde hace años, se ha apropiado de estas instalaciones y las cocheras del citado ferrocarril de vía métrica. También se puede apreciar como alguien ha seccionado los tubos de desagüe de los canalones del tejado. No obstante, sigo opinando que este elemento perteneciente al patrimonio de Peñarroya-Pueblonuevo, puede ser restaurado de cara a un centro de interpretación del ferrocarril en el Valle del Guadiato u otros usos culturales.