Una de mis pasiones es el mundo del ferrocarril. Intento evocar e investigar su pasado y cuando puedo disfruto de su presente. Mi madre es natural de Peñarroya y los veranos de mi infancia transcurrieron por sus calles y campos, a la sombra de las ruinas de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya y cautivado por su mitología.

viernes, 24 de mayo de 2013

Vías sin tren


            Con motivo de un evento familiar me encuentro en Peñarroya-Pueblonuevo. Así que esta mañana me acerqué a la zona de la estación para hacer de las mías. Y ha sido grato encontrar a un agente de Adif en la estación; el señor Peralta.




            Durante un rato hemos charlado y recordado viejos tiempos. Ha sido inevitable lamentarnos por la desgracia y decadencia que sufre el ferrocarril actualmente en España. El señor Peralta me ha contado que llegó a la estación de Peñarroya en 1991 y que su padre también fue ferroviario.
            No circula ningún tren en la línea Córdoba-Alhondiguilla desde enero. El único servicio que se llevaba a cabo hasta el momento, para el transporte de carbón entre Puertollano y la central térmica de Puentenuevo, se encuentra paralizado. El motivo parece residir en cuestiones especuladoras sobre el precio del combustible. Y aunque ya se ha llegado a un acuerdo, los vagones y las locomotoras siguen sin volver a entrar en servicio. Es irónico que ahora que el estado de la vía es muy bueno, ningún tren circule por ella. En cambio, no hace demasiados años, cuando la estación de Peñarroya aún disfrutaba de vida y movimiento de ferroviarios, la vía estaba hecha un asco.




            El señor Peralta y yo hemos recordado las circulaciones de trenes militares durante la década de los noventa del siglo pasado. Me ha comentado que circulaban hasta San Gregorio, en Zaragoza. Y me ha aportado datos nuevos, como que los coches de viajeros contratados por el Ejército llegaron a ser preparados y limpiados en la misma estación de Peñarroya. También me ha confirmado que cuando había desprendimientos o descarrilamientos en Despeñaperros, los trenes TALGO eran derivados por Almorchón desde Córdoba.





            Tras la agradable tertulia he continuado con mis reportajes fotográficos por el Cerco Industrial. No he podido evitar la reflexión sobre si el ferrocarril convencional, en España, podría ser más rentable y útil si los parámetros de gestión fuesen otros. Da la impresión de que las propias compañías Adif y RENFE son las menos interesadas en la supervivencia y prosperidad de este medio de transporte. Es fácil achacar falta de rentabilidad cuando no se está luchando por ello y se gestiona de forma antieconómica. 

lunes, 13 de mayo de 2013

Cultura y Patrimonio. El muelle de transbordo de Peñarroya



            Cuando desde la Asociación Cultural y Patrimonial DESDE LA CIMA me ofrecieron dar una ponencia sobre Patrimonio Ferroviario de Peñarroya-Pueblonuevo, acepté sin dudarlo. En cambio, tardé en decidir hacia que objeto o edificación dedicar mi trabajo. Fue entonces cuando me vino a la memoria la documentación que obtuve meses atrás en el Archivo Histórico del Ferrocarril de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles y el Archivo General de la Administración. En el primero encontré unos interesantes y completos planos de la construcción del muelle de transbordo de la estación de Peñarroya. En el segundo, documentación escrita referente a la instalación de una grúa con eje fijo para el manejo de fardos pesados, que fue ubicada en la explanación exterior de dicho muelle. Este edificio fue, en un principio, un simple andén para el intercambio de mercancías entre los vagones del ferrocarril de ancho ibérico entre Almorchón y Belmez y el entonces joven camino de hierro de vía métrica de Peñarroya a Fuente del Arco. La información encontrada en el AHF se complementaba con un contrato entre MZA y SMMP sobre los terrenos que la segunda ocuparía de la primera, en régimen de arriendo. Pero el verdadero motivo por el que elegí basar mi ponencia en este modesto edificio, que todavía se mantiene en pie, es por su valor como testigo físico del pasado ferroviario de Peñarroya-Pueblonuevo. Sobre todo como actor ante y entre la vida de los dos principales ferrocarriles que cruzaron el Valle del Guadiato. Su existencia es el fruto de la decisión que tomó SMMP de construir un ferrocarril de ancho inferior al ibérico. Los motivos fueron económicos pero el hecho condicionó la vida de este ferrocarril afectando a su rentabilidad más allá del transporte minero.
   







         Parece que la ponencia gustó a los asistentes. Para mí fue todo un honor y así tuve la oportunidad de conocer a los miembros de DESDE LA CIMA, a José Antonio Torquemada, Juan Manuel Cano Sanchiz y Luisa Ruiz.